¡SOS tengo una boda!
Cuando ves que no te puedes permitir más gastos y necesitas ahorrar por todos los medios, llega al buzón la invitación más cara, la de una boda. No tiembles, tranquila te damos todas las ideas para ser la invitada más elegante.
Invitada perfecta.
Te proponemos las piezas clave y sus mejores combinaciones para que triunfes, sea cual sea tu estilo.
Cómodo, chic y muy favorecedor. Convierte el clásico vestido monocolor, en la estrella de un look clásico y versátil en el que no pueden faltar unas sandalias con cierre de pulsera al tobillo y un clutch.
Bien atados.
Para esta temporada, las propuestas de Stephen Allen aportan elegancia y sofisticación a la vez que sigue manteniendo la conocida esencia de la marca. Presta especial atención a cada detalle de cada par de zapatos con acabados de calidad y exquisitas pieles que dan como resultado un calzado irresistible.
Sin miedo al rosa.
Acompañados de un top en tul drapeado y unos pantalones tipo sastre o palazzo se convierten en una opción muy elegante , femenina y atemporal. La alternativa perfecta al clásico vestido de cóctel.
Plataformas en alza.
Comodidad, impacto y poder de seducción. ¡No se puede pedir más! Pons Quintana nos da la fórmula perfecta, con capacidad para transformar cualquier look al momento. Se adaptan a cualquier edad y tipo de estilismo.
En tu lista de deseos.
Las sandalias perfectas para asistir como invitada a una boda son aquellas con las que además de dar un toque distinguido a tu outfit te permiten disfrutar del evento hasta el último momento. Kissia será la suma de estética y comodidad unidas en un par de sandalias. Femeninas y elegantes podrás lucirlas las 24 horas.
Presume de sandalias.
Mantente fiel a tu estilo, sin perder la sofisticación que requiere el evento. Opta por un vestido liso y acompáñalo de unas sandalias y joyas doradas. Cédeles todo el protagonismo a los complementos, te resolverán el look de la boda como jamás lo habrías imaginado.
El denominador común que tienen estas seis propuestas, es que volverás a ponértelas una y otra vez. Adáptalas a tus estilismos más casual y reutilízalas tantas veces como desees.